A veces la maldita ley de Murphy se empeña en ser la única ley inquebrantable de nuestro pequeño universo.
Nosotros, seres pequeñitos e insignificantes vamos haciendo nuestro pequeño sendero por este mundo. Buscando sueños, fijandonos metas y creandonos ilusiones. Caminamos día a día en pos de ellos, intentando ser felices y a ratitos hasta consiguiendolo. Intentando hacer felices a quienes nos rodean y con la ilusión de conseguirlo.
Pero cuando menos lo esperamos, ahí está ella, implacable y deseosa de hacerse presente en nuestras vidas.
Bueno, no pasa nada maldita ley de Murphy, absolutamente nada.
Quizás durante un rato seas cómo una losa. Pero ¿sabes?, si todo lo que puede salir mal, sale mal existe la excepción y nos agarraremos a ella para seguir.
Todo lo que es susceptible de salir mal, saldrá mal y cuando todo haya salido mal, sólo podrá empezar a salir bien.
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